Acabo de terminar un libro titulado La identidad perdida. La historia oculta de los niños de Morelia, de Lola Moreno (Umbriel Editores, 2010), que me ha parecido muy interesante para analizar las consecuencias de la guerra civil.
El libro está escrito de forma accesible, novelando la historia de un personaje que vivió los acontecimientos que se relatan y que tuvo noticias de otros que vivieron su misma experiencia cuando pudo reencontrarse con la familia que se vio obligado a dejar en España.
El argumento gira en torno a un niño que fue obligado por su hermano mayor a embarcar en 1937 rumbo a México, dentro del programa de salvamento de niños orquestado por las autoridades republicanas para evitarles el horror y la miseria del Madrid asediado por los rebeldes. A las penalidades del viaje hay que sumar el maltrato recibido durante su estancia en una institución escolar en México, a pesar de las buenas intenciones del Presidente Mexicano Lázaro Cárdenas, implicado en el apoyo a la República española. Cuando fueron recuperados por las autoridades españolas republicanas en el exilio, estas no tenían fondos para atenderlos, por lo que los abandonaron a su suerte.
En paralelo a su penalidades, el libro narra la historia de su hermano, militar republicano ingresado a través de las milicias populares organizadas por el Partido Comunista de España (PCE), del que era miembro, que inicia su periplo militar en Madrid, para seguir combatiendo en el Ebro y finalizar exiliado en Francia tras la caída de Cataluña. Su historia se detiene tras pasar por diversos de los campos de internamiento que dispusieron los franceses para los refugiados españoles, hasta huir del de St. Cypriène, siendo acogido por un campesino francés imaginando el hermano que se uniría a la resistencia anti-nazi durante la Segunda Guerra Mundial.
Su mujer, María, que ya nunca volvió a ver a su marido, queda abandonada en Madrid a los caprichos de los vencedores, siéndole arrebatado su hijo, del que tampoco nunca volvió a saber nada. La amante, Paloma, sufrirá el rigor de los juicios militares ilegales tras la contienda y terminará sus días fusilada en las tapias del Cementerio del Este de Madrid. Sus descendientes tendrán un papel esencial en el desenlace de la historia.
Otro personaje destacado es Dª Amalia, miembro de la organización fascista "Las Margaritas", dependiente del Auxilio Social que ayudará a Paloma para que sobreviva su familia.
A pesar de cierta sensación de equidistancia, como si ambos bandos hubieran sido iguales ante el horror, el libro refleja con gran precisión el sufrimiento de las víctimas de la guerra y a as víctimas del franquismo y pugna por devolver la dignidad a quienes dieron su vida por la democracia, allá donde estuvieran tras el conflicto.
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