sábado, 25 de junio de 2011

El inspector Wallander

Henning Mankel es un autor sueco conocido, sobre todo, por su personaje de Kurt Wallander, inspector de policía de Ystad, en la región de Escania, en Suecia. Una especie de policía rural a través del cual asistimos a la pérdida de la "inocencia" de la sociedad sueca frente a los cambios acaecidos en el mundo por ese fenómeno histórico al que denominamos "globalización", sin que sepamos muy bien qué significa, salvo la internacionalización de las operaciones financieras y la extensión de internet. 

La serie se compone de 9 libros centrados en el personaje de Wallander, dos posteriores con personajes aledaños al inspector como portagonistas y el último publicado en 2010 donde regresa el personaje de Wallander. Quiero comentar dos de ellos, pues entiendo que son muy útiles para el trabajo con la historia, pues además de su gran calidad, nos acercan al tema central de su obra, a saber, el peso dela historia, presente o pasada, sobre la vida de las personas. 

El primero que me gustaría comentar es El retorno del profesor de baile (yo he leído la edición de Tusquets, nº 0041 de la colección Maxi, Barcelona, 2010, publicado originalmente en 2000). No voy a entrar en detalles de la trama para no desvelar a nadie los secretos de la obra, pero a efectos de trabajar con contenidos históricos, podemos comprobar en el libro, a través del personaje del inspector Stefan Lindman, aquejado de un cáncer, cómo en la Suecia de hoy se mantiene oculto el pasado nazi de muchos de sus habitantes y cómo sobre muchas personas exiliadas por todo el mundo sigue pesando el dolor y también la ira de haber sufrido el holocausto. 

El segundo es el último de la serie, titulado El hombre inquieto (Tusquets, col. Maxi, Barcelona, 2010), donde se produce la reaparición del personaje de Kurt Wallander en una trama que tiene su origen en la guerra fría y que nos recuerda que los occidentales hemos terminado asumiendo una única visión sobre ese período, donde la URSS (actual Rusia y otros países del Cáucaso y de Asia Central) es el gran malvado del período. 

Sin embargo, en esa guerra hubo dos bandos que utilizaron métodos similares para imponer su visión del mundo y sus intereses. Ello me recuerda que, en una entrevista reciente, a propósito de su libro "On China", el ex Secretario de Estado norteamericano, Henry Kissinger, acusaba a Mao Zedong, primer dirigente comunista de China, de asesino, olvidando que la política que llevó a cabo el propio Kissinger favoreció la extensión de la guerra de Vietnam, donde se calcula que murieron unos tres millones de vietnamitas por las armas norteamericanas, y que sus gestiones están tras las organización de golpes militares en Brasil, Chile, Argentina, Paraguay y otros países latinoamericanos, donde las dictaduras que se instauraron fueron responsables de cientos de miles de asesinados y desaparecidos. 

 Por ello recomiendo a Mankel, porque nos recuerda que el estudio de la historia sirve para superar el olvido interesado que algunos hacen de determinadas partes de la historia.

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